Neptuno, Imponente y soberano, en una playa de España.

El Neptuno de Melenara


En el año 2001 el gran Neptuno, Dios del Mar, fue puesto en pie imponente y soberano entre las aguas de la playa de Melenara.

Foto de Rafa Caballero 
Melenara es una localidad costera del municipio de Telde, Gran Canaria (Islas Canarias), España. Se sitúa junto a la playa del mismo nombre. En 2017 contaba con 2929 habitantes.

Foto de Juan M. Ortega
El origen del nombre del pueblo parece estar relacionado con la localidad castellonense de Almenara posible lugar de origen de la expedición mallorquina que desembarcó en su playa en 1344.



La estatua de Neptuno se levanta en medio del océano y es una atracción de miles de visitantes que acuden para admirar la playa con el soberano griego reinante sobre ésta.

Fotografía de Ángel M. Pinchetti
La obra fue creada magistralmente por Luis Arencibia Betancort, escultor, grabador y dibujante oriundo de la Isla.
Foto de Wikimedia Commons  
En el año 2017 la estatua debió ser reparada, debido a que un fuerte oleaje le arrancó la mano en la que sostenía el tridente, e incluso estuvo a punto de ser derribada por las olas (lo que sucedió siete años antes). Los trabajos fueron realizados por el equipo contratado por la Dirección General de Infraestructuras Turísticas del Gobierno de Canarias y el costo de los trabajos fue de 23.184 euros.

Neptuno es hijo de Saturno y Ops. Por tanto, es hermano de Júpiter y Plutón, siendo además el hermano mayor, el primogénito.


Entre estos tres dioses se dividió la soberanía sobre los tres reinos del universo: tierra y cielo, mar e inframundo. Neptuno se hizo con el poder en el mar, gobernando así todas las aguas y mares y cabalgando las olas sobre hermosos caballos blancos como la espuma.


El fondo marino es su reino, siendo obedecido por todos y cada uno de los seres marinos. Asimismo, cuenta con un tridente, el cual utiliza cuando está enfadado para agitar el agua y crear grandes olas, crear fuentes y manantiales e incluso desatar su ira y provocar grandes maremotos y tsunamis.

Como el agua, Neptuno es un dios bastante inestable, por eso puede resultar también peligroso. Sus emociones más leves pueden ocasionar auténticos desastres naturales. Por este motivo, el culto al dios era uno de los más importantes en la antigua Roma.


La importancia de este dios residía, además de en todo lo mencionado anteriormente, en que era el encargado de sujetar el mundo; y es que cuando se pensaba que la tierra era plana, no había ningún tipo de duda, el mar sujetaba el lugar por el que andábamos y morábamos.

Además de los animales marinos, Neptuno tenía una corte de seres mitológicos bastante amplia. Una corte de seres que le rendían pleitesía y entre la que podemos destacar a las traicioneras sirenas, las nereidas, las hermosas oceánides o los poderosos tritones. Asimismo, Neptuno también contaba con la fiel devoción de seres como las ninfas, ondinas y náyades de los lagos, de las fuentes y de los ríos.


Aunque su esposa fue Anfitrite, la que le dio como hijos a los tritones, lo cierto es que Neptuno fue un gran y caprichoso conquistador, similar a su hermano Júpiter. Así, la lista de sus amoríos pasa por Halia, Amimone, Toosa, Ceres, Medusa o Clito.
Foto de: R. Vega
"Con sus 4.20 metros de altura, que se prolongan hasta los 6 metros contando el tridente, el Neptuno de Melenara es una escultura de tanta proyección que se ha transformado en un icono del municipio de Telde en Gran Canaria. Polémico y poderoso, supone la primera ocasión en que un creador de las islas se atreve a inmiscuirse físicamente en el mar, con una pieza que está expuesta al flujo y reflujo del oleaje, por ello se integra en el diálogo entre el océano y la orilla.
La gigantesca figura del dios de los mares constituye un atrevimiento y una recuperación de las raíces espirituales que nos vinculan con la mitología clásica. Este Neptuno se presente bienhechor y atemorizante, fiero y manso, y constituye un homenaje a la cultura de Grecia y Roma, cuyos escritores e historiadores hace tres mil años ubicaron en Canarias los Campos Elíseos, las Hespérides, las Afortunadas, y los restos de la Atlántida."


Julio González Padrón, escritor y ex marino mercante nacido en Telde, Gran Canaria, en su libro ¨Cuentos, refranes y poemas de la mar¨ , lo describe así:
"Un escultor teldense, Luis Arencibia Betancort, plantó sobre el viejo puntón del muelle de Melenara este monumental Neptuno. En él están representados todos los hombres de la mar, los de aquí y los de las otras orillas, incluso los piratas como Drake que se acercaron a esta costa para saquear la rica azúcar de los ingenios teldenses."

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